EL ARTE ES MUY COMPLICADO
La moda del hiperrealismo -que se ha vuelto muy raro- hace posible que S.M. confunda un extintor con alguna pieza mecánica muy bien copiada y lista para ponerse en un podio. Nótese en el minucioso dibujo que a la derecha del rey hay una obra de arte con apariencia de zurullo, y recuérdese que un flamenco ya enlató sus excrementos bajo el nombre de "Merde d'Artiste". La única de las bellas artes que cuenta con verdaderos seguidores entre nosotros, y con verdaderos papanatas admirativos, es el Arte del Artefacto, desde hace treinta años último coletazo de la escuela de Moscú.
Miguel Ángel dió con un martillo en la testa de su Moisés y le gritó "¡Parla,cane!". El mismo Miguel Ángel, con su martillo, no sabría si darle al monumento de la Constitución (aún) Vigente, a un extintor o a un maniquí de plástico. O si, siendo tan poco amante de los poderosos, confundiría a S.M. con un biombo chino.
La modernidad y el progresismo no están hechos ya para modernos ni progresistas: llevan cien años de retraso y, claro, a la fuerza han de perturbar el sosiego silencioso de su majestad.
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