miércoles, febrero 08, 2006

LO PROHIBIDO ES DEUDA

Si esto se lee pasada la que hoy es actual crisis de las caricaturas de Mahoma, tendrá cierto sabor a antiguo y sabido. Y es eso, lo de "antiguo y sabido", lo que manifiesta JOTA EFE con su sencilla explicación: en primer plano viene un papelín que lo indica: Libertad de Expresión.

O sea, en Occidente, que antes era sólo España, sí nos podemos burlar de Dios: del nuestro y del vecino, porque para eso tenemos libertad de expresión dotada de consagración laica y constitucional. Bien. ¿Pero es de verdad libertad absoluta? De repente se nos ocurre en Trapisonda que no es posible No-Creer o simplemente dudar de ciertas cosas, como la inamovilidad de la democracia liberal, la necesidad de las autonomías o el holocausto judío. Puede costar cárcel, no en valo todos pudimos leer hace algunos meses como a un ciudadano alemán le enjaularon por tener un perro que al oír Viva Alemania hacía el saludo nazi. Sólo por eso.

Tenemos ideas perseguidas, pero no todas las que debieran ser perseguibles: el hombre es falible, ¿no?. Tenemos religiones permitidas, pero choca ver como al catolicismo se le permite para perseguirlo un poco, según la tradición de alguna izquierda española, izquierda que sólo existe de palabra y de nombre, pero que ahora ya no caza curas por la calle sino desde el BOE y la televisión. Se ha debilitado.

Y tenemos, para mayor libertad, un hecho histórico del que no se puede dudar. Está claro que la fundación de Roma por Rómulo y Remo, aquellos gemelos lupinos, es discutible, y que Italia en masa no se va a enfadar con quien lo diga. También es elemental suponer que Alemania tragará con cualquier insulto dirigido a su historia de 1934 a 1945. Hasta Inglaterra tiene que reconocer, de mala gana, su responsabilidad en el affaire Juana de Arco o en el de Santo Tomás Moro, más los añadidos de la fiebre de Enrique Octavo, aquel cortador de cabezas, o la entrega de Palestina al sionismo.

La ventaja es que los occidentales creemos en lo importante, pero poquito; no como para ir alborotando por las calles porque los mahometanos nos llamen -que nos llaman- perros cristianos, o los semitas de religión mosaica se refieran a nosotros como "goyim", que no es "gentiles" sino "semilla de animales". Y, como creemos poquito, no nos inquietamos y dejamos pasar todas las cosas con calma gracias a que nuestras leyes nos permiten opinar bien o mal de todo. Menos de lo que dice JOTA EFE en su viñeta: En Dios, quizá no, pero en el holocausto hay que creer. Y vaya si creo en el holocausto, en el Parlamento, en los Jueces y en la cárcel.

El rector 007