A PIE DE IMAGEN

O sea, lo dice el vigilante Jota Efe, que todas las mañanas mira por la ventana por si puede salir y pisar el mundo o por si debe quedarse en casa porque sólo haya niebla de vacío y un cierto crujir de dientes, fenómeno propio del limbo.

Ya se sabe que sólo un sector mínimo y extremo se pasa la vida diciendo que España desaparece y se trata de un sector digno de compasión que no sabe que nada se crea ni se destruye, solamente se descacharra. Y, además, sólo se rompe lo bueno, que lo duro e inútil dura mucho tiempo, como se descubre al mirar bajo el gorro frigio de la almohada, que contiene a un Zapatero aliviado porque eso de hacer desaparecer a España le está costando un trabajo ímprobo pese a la ayuda de los Maragalles e Ibarreches.

O sea: si no hay España, ¿a ver qué tiene que hacer la Eta más que desaparecer también? ¿Y de qué podrán quejarse los separatistas más carcas del Universo Conocido, esos dignos hijos de la mona de Atapuerca, o sea, átame esos puercos por el rabo?

De nuevo se reclama la atención sobre los detalles. Encuéntrelos, valórelos y, si encuentra algo mejor, regaleselos a un simio. Fije la atención en el cuadro que preside en lecho de flores de Zetapé el disipao.