viernes, marzo 17, 2006

LA CUADRATURA DEL CÍRCULO (Y DEL CEREBRO)

Hay que reconocer que los españoles tenemos un genio especial y dos herencias grandes: El barroco conceptista, o sea, Quevedo, y el barroco florido, o sea, Góngora. Pero barrocos todos.

Y si hay barrocos de excepción son los catalanes catalanistas, que se han inventado un mundo tipo empanada gallega. Los señores del revoltijo; los amos del batiburrillo; las ánimas del pupurri y el rojo del gazpacho. Aquí hay tomate.

Nuestro Jota Efe resume todo eso, o sea, "la razón de la sinrazón que con razón me hacéis", por así decir, en u clásHay que reconocer que los españoles tenemos un genio especial y dos herencias grandes: El barroco conceptista, o sea, Quevedo, y el barroco florido, o sea, Góngora. Pero barrocos todos.

Y si hay barrocos de excepción son los catalanes catalanistas, que se han inventado un mundo tipo empanada gallega. Los señores del revoltijo; los amos del batiburrillo; las ánimas del pupurri y el rojo del gazpacho. Aquí hay tomate.

Nuestro Jota Efe resume todo eso, o sea, "la razón de la sinrazón que con razón me hacéis", por así decir, en un clásico imposible: La Cuadratura del Círculo. Ninguno de los actuales presuntos líderes catalanes entiende por donde se anda ni qué cosa puede llegar a ser Cataluña si continúan metiéndole mano a ciegas y mirando hacia atrás por si aparecen las fuerzas del Rey Felipe a darles un Corpus de Sang de refuerzo.

Mientras, los cerebros se van cuadrando circularmente o circulan a lo largo de un cuadrado laberinto. Parafraseemos a un escritor amigo de Castro: La butifarra en su laberinto. Y es que aquí se habla de la "catadura" del círculo también.

O sea, nadie se entera y eso a lo mejor significa que no hay nada de qué enterarse y Cataluña se queda en simple suspiro circular. Como la moneda que de mano en mano va y Maragall se la queda.