sábado, enero 21, 2006

AUMENTA LA BASURA

Jesús Flores Thies, gran observador de este mundo, lo resume en cada una de sus viñetas. Es minucioso con lo que somos y hacemos y nada se le escapa. Miren bien las cosas que forman el montón de basura.


Ante lo que se ve amontonado, incluso deshechos de almas que pudieron ser, como los fetos, lo sencillo sería hacer un repaso de la Sociedad de Consumo, que se deshace de las cáscaras de sus caprichos y que vende su alma al hipermercado. Sería justo pero no sería cierto.

El consumista existe porque desea satosfacer necesidades más nimias cada día, pero también porque NO PUEDE escoger, normalmente, más que los productos hechos en masa que se diferencian apenas por la marca y que proceden, a menudo, de las mismas empresas.

El consumidor NO PUEDE dejar de generar basura en un mundo en el que cada patata y cada manzada trae a menudo una etiqueta adhesiva. No puede usar leche sin cargar con el plástico correspondiende; ni garbanzos que no vengan empaquetados, ni pan en su estuche... porque, de hecho, en el híper o en el súper se nos vende tanto el producto como el envase y esos son los que atestan los cubos de basura.

La basura aumenta porque no hay apenas posibilidad de no comprarla junto a lo que necesitamos. Y esa es la parte del despilfarro de recursos. Otra parte es que en nuestras sociedades todos los productos de uso duradero, son cada vez más efímeros, de modo que se construyen las cosas mal, pudiéndolas hacer bien, porque el mercado es de Reposición de Bienes: Coches estudiados para durar lo que las garantías. Casas a las que no se da una vida superior a los 20 años, el tiempo de la hipoteca. Televisores, vídeos, ordenadores en los que cambian los estándares y quedan obsoletos en meses... La moda, la necesidad o la obsolescencia obligan a tirar lo que aún daría buen uso, para ponerse al día.

El Consumo juega sucio y el consumista, que satisface necesidades que le inventa la información, deja de ser hombre para ser mercado y deja de ser comprador para ser explotación.

Luego sí es posible ver cómo los gobiernos consienten esto y por qué. Aunque todos sospechamos que los partidos son instrumento de las compañías, de los capitales. No hay Gran Empresa ni Multinacional que no tenga sus propios senadores y congresistas. ¿O es que creen que eso sucede sólo en U.S.A? Es un seguro de venta que conviene.
Arturo Robsy